domingo, 12 de diciembre de 2010

Química de los opiáceos.


El opio contiene más de 20 alcaloides diferentes, entre los cuales los más importantes son:
Naturales:
·         Morfina
·         Codeína
Sintéticos:   
·         Tebaína
·         Narcotina
·         Papaverina
·         Noscapina
·         Narceina
El extracto de la planta se obtiene del jugo de las capsulas, las cuales se ponen a gotear en sacos y se recoge el liquido. Este se amasa y se puede presentar como una resina de color café o como una piedra negra y quebradiza. La consistencia varía según el tiempo de exposición al aire y los procesos de refinación. Luego, la masa es mezclada con sustancias como goma, quinina, lactosa, polvo de hornear, harina, etc. para ser vendida en el mercado negro. Además, puede venir contaminada con bacterias, virus, hongos o partículas, ya que los controles de calidad son escasos.
Los analgésicos opiáceos tienen sitios de reconocimiento específicos, que se denominan receptores opioides. Los más importantes son la Met encefalina, la Leu encefalina y la beta endorfina. Estos tres péptidos son capaces de ocupar selectivamente los receptores opioides y de inducir las acciones farmacológicas.
Las sustancias pueden interactuar con diversos tipos de receptores como el m, el k, el s y el d.
La acción de los derivados del opio es la analgesia. A nivel del sistema nervioso central hay modulación de la respuesta dolorosa. La analgesia es consecuencia de la acción de los péptidos opioides sobre los receptores situados en diversos puntos del sistema nervioso central.
Los analgésicos opiáceos se clasifican de la siguiente manera:
·         Agonistas puros: actúan como agonistas de los receptores. El más significante es la morfina. Otros son la codeína, la heroína, la metadona, la meperidina y el fentalino.
·         Agonistas parciales: tienen afinidad por un receptor, pero su acción intrínseca es menor que la morfina. Es la buprenorfina.
·         Agonistas - antagonistas mixtos: bloquean (antagonistas) receptores m y agonistas de k. Formado por la pentazocina.
·         Antagonistas puros: bloquean receptores. Lo constituyen la naloxona y la naltrexona.
La Morfina

El sulfato de morfina se administra por vía oral, epidural y rectal. Cuando se administra por vía oral pierde efectividad, ya que experimenta el Efecto del Primer Paso, es decir, una metabolización en el hígado.
La morfina se metaboliza fundamentalmente en el hígado mediante las enzimas del citocromo P450 2D6, pero también se metaboliza parcialmente en el cerebro y los riñones. Los principales metabolitos son el 3-glucurónido, el 6-glucurónido y el 3,6-glucurónido. Si se administran dosis muy altas de morfina, el 3-glucurónido antagoniza los efectos de la morfina produciendo hiperalgesia (dolor excesivo) y mioclonias (sacudidas repentinas e involuntarias de un musculo). Se cree que este metabolito es el responsable del desarrollo de tolerancia a la morfina, aunque la tolerancia adquirida también se puede dar por estrés psicológico y progreso de la enfermedad. Por el contrario, el metabolito 6-glucurónido es un analgésico más potente que la propia morfina.

Los metabolitos son eliminados por vía urinaria y biliar. El 90% de la dosis administrada se elimina en la orina de 24 horas, mientras que el 7% a 10% se elimina en las heces. En los pacientes con disfunción renal puede producirse una acumulación de los metabolitos con el correspondiente aumento de los efectos tóxicos.

Su absorción por vía rectal es más rápida y efectiva. Los alimentos aumentan la absorción de la morfina.

Existen formulaciones retardadas cuyo efecto está retrasado y cuyos niveles plasmáticos son menos altos pero más prolongados que los de la morfina normal.
La morfina intraespinal produce un alto grado de analgesia en dosis mucho menores que las de otros analgésicos, siendo además su depuración más lenta. Así, una dosis intratecal de 0.2 a 1 mg ocasiona una analgesia sostenida de hasta 24 horas. La administración epidural de morfina proporciona una analgesia que comienza a los 15-30 minutos y dura entre 4 y 24 horas. Aunque la morfina epidural es rápidamente absorbida, pasando a la circulación sistémica, la analgesia se prolonga incluso cuando ya no existen niveles detectables del fármaco en el plasma.

No puede predecirse el efecto analgésico de la morfina en función de los niveles plasmáticos, aunque para cada paciente existe individualmente una concentración plasmática mínima efectiva.
La respuesta de las pacientes a la morfina depende de la edad, el estado físico y el psíquico, y si ya han tenido experiencias anteriores con las sustancia.
Tampoco hay una relación clara entre niveles plasmáticos y reacciones adversas, aunque a mayores concentraciones suelen producirse mayores efectos secundarios.

Los pacientes que hayan desarrollado una hipersensibilidad a la morfina no deben ser tratados con homólogos de la misma clase como la codeína, oxicodona o hidromorfona. Por el contrario, pueden administrar pueden ser tratados con opioides de la clase de fenilpiperifina (meperidina o fentanilo) o metadona.

El uso constante puede ocasionar una grave constipación y una profunda depresión del sistema nervioso central.

Los agonistas opioides combinados a los fármacos anticolinérgicos pueden producir íleo paralítico (obstrucción en el musculo liso).
Los fármacos antihipertensivos pueden mostrar una respuesta exagerada cuando se administran a pacientes tratados con agonistas opioides. Si su administración no se puede evitar, las pacientes deben ser vigiladas estrechamente para evitar crisis hipotensivas.

El uso de opioides con las fenotiazinas y otros agentes que son vasodilatadores también puede ocasionar hipotensión y depresión respiratoria. Algunos de estos fármacos son los benzodiazepinas, anestésicos generales, otros agonistas opioides, algunos antihistamínicos de primera generación, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, relajantes musculares, tramadol, ansiolíticos e hipnóticos. Si alguno de estos agentes tuviese que ser administrado con la morfina, las dosis de uno o ambos fármacos se deben reajustar.

Cuando se usa cimetidina con analgésicos opioides puede ocasionar confusión, apnea, desorientación o convulsiones debidas a una depresión respiratoria y a alteración de las funciones del sistema nervioso central.

Los antagonistas como el nalmefeno, la naloxona o la naltrexona tienen unos efectos farmacológicos opuestos a los de los opioides. Si se administra alguno de estos fármacos a pacientes tratados de forma crónica con opioides puede desencadenarse un síndrome de abstinencia con reaparición del dolor. Los agonistas/antagonistas opioides mixtos (como el butorfanol, la nalbufina o la pentazocina) también pueden bloquear los efectos de los agonistas puros, en particular cuando se utilizan en dosis pequeñas o moderadas.


Los inductores del sistema enzimático del citocromo P450 pueden ocasionar importantes interacciones con la morfina, incluyendo el síndrome de abstinencia, debido a que aceleran el metabolismo de la misma. La administración de inductores de las enzimas hepáticas (rifabutina, rifampicina, carbamazepina, fenobarbital, fenitoína o primidona) puede hacer necesario un aumento de las dosis de los opioides para conseguir efectos analgésicos adecuados y/o evitar el síndrome de abstinencia.

La morfina puede interferir sobre la eliminación de la metformina, compitiendo con ella en los sistemas de transporte renal tubular, incrementando el riesgo de una acidosis láctica. Se recomienda una estrecha vigilancia del paciente y un reajuste de las dosis de metformina y/o morfina, si ambos fármacos se prescriben en conjunto.


La reacción adversa más significativa asociada a los tratamientos con agonistas es la depresión respiratoria que se debe a una reducción de la sensibilidad al dióxido de carbono en el tronco cerebral. La depresión respiratoria es más frecuente en los ancianos o pacientes debilitados, cuando se administran inicialmente grandes dosis o cuando se administran opioides agonistas con otros fármacos que deprimen el sistema nervioso central.
Sin embargo, cuando la morfina se administra a una dosis adecuada, la depresión respiratoria es limitada y rápidamente se desarrolla tolerancia a este efecto. La depresión respiratoria puede también desarrollarse como consecuencia de una sedación excesiva que reduce la frecuencia respiratoria. El riesgo de que esto ocurra es mayor con la metadona, pero se ha descrito en el caso de formulaciones de acción prolongada de otros agonistas opioides, sobre todo en pacientes con insuficiencia renal o hepática.

Son raros los casos en los que se ha desarrollado depresión respiratoria después de la administración de la morfina epidural, debido a la migración del fármaco al centro de la respiración. En todo caso, es más frecuente que se dé después como un tipo de efecto retardado y se debe tratar con un antagonista opioide como la naloxona.

Los efectos de la morfina sobre los receptores opiáceos del sistema reticular y estriado producen sedación. Las pacientes deben ser advertidos que su actividad mental puede verse afectada y que pueden producirse somnolencia, confusión y mareos. Generalmente estos efectos depresores sobre el sistema nervioso central desaparecen en unos días. Si se mantuviera una sedación excesiva, ésta puede ser tratada con estimulantes del sistema nervioso central como el metilfenidato.


Se han comunicado sofocos en pacientes tratados con morfina en particular al iniciar el tratamiento. La morfina puede ocasionar varias reacciones adversas sobre el tracto digestivo, siendo las más comunes la náusea y el vómito que son más frecuentes al iniciar un tratamiento o cambiar de fármaco. Los agonistas opioides afectan el sistema vestibular y, por este motivo, afectan más a los pacientes ambulatorios que a los hospitalizados. El tratamiento con antieméticos durante un par de días usualmente controla estos síntomas hasta que se desarrolla tolerancia.
Si los pacientes mantienen náusea asociada al movimiento puede ser útil la administración de un medicamento antivertiginoso como la meclizina.

Uno de los efectos secundarios que pueden limitar el tratamiento con agonistas puros es el estreñimiento para el cual no se produce tolerancia.
Por lo tanto, los pacientes requieren un tratamiento que reblandezca las heces y estimule el intestino durante todo el tratamiento.

La morfina y otros fármacos parecidos pueden ocasionar reacciones adversas en el sistema cardiovascular. Estas reacciones pueden ser taquicardia, palpitaciones, hipertensión, hipotensión, etc.
La hipotensión puede ser un efecto secundario a una vasodilatación periférica. En el caso de una grave depresión respiratoria y/ o circulatoria podría tener lugar un paro cardíaco.

La morfina, igual que otros agonistas puros, puede causar prurito, por liberación de histamina de los mastocitos. Este puede ser aliviado por la administración de naloxona o nalmefeno, y los antihistamínicos H1 o cambiar de opioide pueden reducirlo.

Aunque los efectos anticolinérgicos son bastante infrecuentes, algunos pacientes pueden mostrar visión borrosa o retención urinaria.
Después de la administración de morfina epidural o intratecal, la incidencia de retención urinaria asciende alrededor del 50%, lo cual puede suponer un grave problema para los pacientes ambulatorios.
Los agonistas y los antagonistas pueden ocasionar miosis, así como un aumento de la acomodación y de la sensibilidad a la luz, disminuyendo la presión intraocular tanto en el ojo normal como con glaucoma.
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Se han descrito mioclonías en algunos pacientes tratados con altas dosis de opioides. Estos espasmos pueden tratarse con clonazepam, aunque se requiere gran precaución por sus efectos depresores sobre el Sistema Nervioso Central.

Los opioides ocasionan efectos adversos sobre el sistema endocrino. La libido disminuye como consecuencia de una reducción de la hormona luteinizante y de la testosterona. Las mujeres pueden experimentar amenorrea e infertilidad y los hombres pueden ser incapaces de alcanzar o mantener una erección. La morfina reduce la secreción de tirotropina con la correspondiente reducción de la hormona tiroidea.
Se ha descrito hiperalgesia en pacientes tratados con altas dosis de morfina o en pacientes con disfunción renal.

Bibliografía
(1)  La guía 2000. 2010. Morfina. En línea Fecha de consulta: 08/noviembre/2010. Disponible en: http://quimica.laguia2000.com/compuestos-quimicos/morfina





Sistema de ayuda que se han creado en el país.



El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) y el Ministerio de Salud se unieron para implementar un Sistema de Tratamiento de Drogas en Costa Rica.
El IAFA ha trabajado la propuesta que pretende unificar fuerzas para atender las necesidades del paí­s en la atención de pacientes adictos a las drogas.
El objetivo del sistema es lograr la articulación de todas las instancias, (clí­nicas, hospitales y organizaciones no gubernamentales) para atender a las personas que tienen dependencia a las drogas.
Entre los servicios que tiene el Instituto en este momento están los centros de internamiento, los servicios ambulatorios y los programas de prevención, los cuales se mantendrán y promocionarán aun más.
Una de las prioridades para el IAFA es la atención personalizada a cada una de las poblaciones que utilizarán el sistema de tratamiento.
Los jóvenes, según explicó el coordinador del IAFA, son muy difí­ciles de atender, sin embargo la propuesta pretende lograr la mejora en esta población. (1)
Bibliografía
(1)   Instituto sobre el alcoholismo y farmacodependencia.1995.IAFA. En línea Fecha de consulta: 22/octubre/2010. Disponible en: http://members.tripod.com/sober_joe/iafa.htm

Efectos del embarazo.

http://archivo.lavoz.com.ar/anexos/imagen/07/53228.JPG

En Obstetricia, se usaron por primera vez preparados opioides combinados con sedantes en 1902 en Austria. Durante el parto se administraban en dosis tan altas que las mujeres tenían sólo recuerdos borrosos o quedaban casi inconscientes.

Efectos que produce sobre el organismo materno

Somnolencia e insuficiencia cardiorrespiratoria (en caso de sobredosis)
Dependencia psicológica
Predisposición a adquirir enfermedades infecciosas como hepatitis B y C y SIDA y otras como endocarditis, abscesos, neumonía y tuberculosis. 
El uso crónico afecta la función ovárica provocando anovulación.
Los signos y síntomas del  síndrome de abstinencia incluyen: falta de apetito, náuseas, cólicos abdominales, aumento de la sensibilidad al dolor, hipertensión, hiperventilación, taquicardia, lagrimeo, dilatation de pupilas, vómitos, diarrea, sofocos, espasmos musculares, inquietud, temblores e irritabilidad, piloerección.
Efectos que produce sobre el organismo del bebé

Aumenta el riesgo de aborto espontáneo.
Deteriora el crecimiento fetal (bajo peso en el 50%)
Al nacimiento, los bebés pueden presentar síndrome de abstinencia: fiebre, temblores, convulsiones, llanto continuo.
Tienen más riesgo de alteraciones neuro-conductual y muerte súbita 

Vias de administración durante el parto:

-       Vía oral: Es la menos efectiva, ya que por los cambios gestacionales se detiene la peristalsis y se enlentece el paso de la droga hasta el intestino donde es absorbido. Ademas, sufre del Efecto del Primer Paso, es decir, luego de ser recogido por la vena Porta es metabolizado en el hígado antes de que pueda hacer efecto en el organismo. Es por esto que el alivio se empieza a sentir hasta 60 min después de haberse ingerido el medicamento.

-       Intramuscular: Es la más utilizada durante el trabajo de parto, porque el proceso de absorción desde el músculo es rapido y hace efecto en aproximadamente 15-30min.

-       Endovenosa (infusión de opioides continua, intermitente o analgesia controlada por la paciente): Es la via mas rápida para aliviar el dolor, ya que de esta manera el medicamento logra alcanzar el Sistema Nervioso Central en apenas unos cuantos segundos.


Para aliviar el dolor con un opioide se requiere que éste alcance grandes concentraciones en sangre y permanezca por un período relativamente corto. Usando la vía endovenosa o intramuscular el nivel óptimo de concentración se alcanza solamente por lapsos limitados. Si la concentración del opioide resulta insuficiente, el nivel de alivio del dolor no será suficiente. Si, por el contrario, la concentración en sangre es excesiva, podría haber efectos colaterales desagradables. Por lo anterior, se han diseñado esquemas de aplicación de opioides que permitan alcanzar concentraciones más constantes, como la infusión de opioide continua y la analgesia controlada por la paciente (PAC).
La infusión continua es mas util en postoperatorios (después de una cesarea, por ejemplo), ya que no es fácil determinar la dosis ni prever la aparición de efectos secundarios y se podría poner en riesgo al bebe. En este caso, se calcula la dosis y luego el medicamento es administrado endovenosamente con una bomba de infusión a una velocidad adecuada hasta que no se necesite mas.

En la analgesia endovenosa controlada por la paciente (AIVCP) se prepara una solución analgésica que se administra mediante una bomba de infusión y la mujer por sí misma controla la administración del analgésico desde la bomba presionando un botón. Al iniciarse una contracción, la mujer presiona el botón y comienza a gotear una pequeña cantidad de analgésico. Si bien la paciente puede presionar el botón cuantas veces considere necesario, la bomba permitirá el paso de medicación sólo durante un lapso determinado de tiempo. Cada pausa dura aproximadamente cinco minutos. Esta pausa forzada asegura que el analgésico haga efecto antes de que se administre la siguiente dosis. Esto se debe a que existe un lapso de tres a cinco minutos entre la administración y el comienzo de la sensación de alivio. Ademas, protege a la mujer de extralimitarse en la cantidad de medicamento recibido. Es importante que únicamente la mujer en trabajo de parto sea quien active la bomba, ya que es ella la única persona que sabe cuánto duelen las contracciones y cuánto alivio necesita. Importante es que la paciente tenga claro que el objetivo real del uso de este método no es la ausencia total de dolor sino aliviar y tolerar las molestias.

Se requiere que el/la profesional de anestesia administre una dosis inicial de medicación con el fin de que la paciente cuente con un nivel residual de analgésicos antes de que comience a administrarla por sus medios.


-       Por inyección de opioides en la médulal: La medula espinal es rica en neuronas con receptores opiáceos, por lo que se requiere de dosis mucho menores que las utilizadas por otras vías de aplicación y además actua inmediatamente sobre los receptores medulares sin necesidad de viajar por el torrente sanguíneo. La reacción selectiva del medicamento sobre los receptores hace que la dispersión de la droga a otros lugares del cerebro sea menor y se reduce el riesgo de presentar efectos colaterales. Ya no se aplica morfina por esta via, ya que presentaba complicaciones respiratorias dentro de las primeras 24 horas después del tratamiento y también acción prolongada (de 6 a 12 horas).  En su lugar, se utilizan otros opiáceos como el fentanilo y el sufentanilo, aunque tienen la desventaja de que al aplicarse repetidamente aumenta la posibilidad de cefalea por perdida de liquido cefalorraquídeo.

Si se utiliza morfina durante el parto, se debe tener disponible un equipo de emergencia y un antagonista de opioides (naloxona, naltrexona), ya que es elevado el riesgo de depresión respiratoria en el neonato, en particular si es prematuro. Si se administra la morfina durante la segunda fase del parto, puede reducir la fuerza, frecuencia y duración de las contracciones uterinas, pero aumenta la dilatación cervical.
La morfina se clasifica dentro de la categoría C de riesgo en el embarazo.
La vida media de la morfina es de 1.5 a 2 horas, si bien la analgesia se suele mantener entre tres y siete horas. En los niños pequeños, el metabolismo de la morfina depende de la edad: los neonatos prematuros tienen una mayor dificultad en degradar la morfina, de manera que en los prematuros la vida media de la morfina es de unas nueve horas, en los neonatos nacidos a término de unas seis a siete horas y de dos horas en los niños mayores de once días. El volumen de distribución en todos estos niños es independiente de la edad.


Tambien, existen muchas desventajas respecto al método de la aplicación epidural, ya que se puede dar una infección espinal, la formación de un tumor en el lugar de la inyección y una coagulopatia no controlada, debido a la inyección administrada con morfina.

-       Cutanea: Algunos opioides pueden absorberse a través de la piel, pero únicamente se utiliza en postoperatorios y no es muy confiable.



El fentanilo es el más utilizado en trabajo de parto. El fentanilo es un agente sintético que tiene efecto rápido (a los cinco minutos de la aplicación) y dura alrededor de 45 minutos. Este efecto de relativa duración minimiza la cantidad de droga acumulada tanto en la madre como en el feto. Es preciso recordar que no se obtiene analgesia completa con el uso de opioides. Esto también se aplica a los opioides administrados por AIVCP. (1)

El Remifentanil es un opioide sintético. Puede usarse en la analgesia-anestesia obstétrica gracias a ventajas demostradas en pacientes con cardiopatías y para el uso en pacientes que requieran cesárea de emergencia.


Dado el caso de que se incremente la dosis, es factible que se agudicen también los efectos colaterales tanto en la madre como en el feto (náuseas, vómitos, vaciamiento gástrico retardado, depresión respiratoria y desorientación).
La repercusión de los efectos sobre el recién nacido –básicamente depresión respiratoria– depende de la dosis total de opioides administrada y el intervalo entre la aplicación de la dosis y el parto. Se debe tener siempre a mano naloxona para revertir sus efectos en caso de necesidad.

Los opioides son más efectivos en el control postoperatorio del dolor donde niveles de dolor son menos intensos y más constantes.
El uso de sedantes adicionales no contribuyen al control del dolor, y al igual que los opioides, atraviesan la placenta con facilidad, con la diferencia de que sus efectos no pueden revertirse. Los sedantes tienen una vida media mayor que los opioides, reducen el tono muscular del neonato durante un cierto lapso después del parto al tiempo que interfieren con la regulación normal de la temperatura corporal. Esta mezcla de opioides y sedantes fuera de reducir las náuseas, no trae ningún otro tipo de beneficio.
Los sedantes pueden ser, en parte, responsables de la fama de los opioides en causar confusión mental en la madre y poca capacidad de adaptación en el neonato.

Hay que insistir en que los opioides no causan defectos congénitos, no interfieren con las contracciones uterinas o el progreso del trabajo de parto, y no tienen efectos nocivos en la circulación del bebé durante este proceso.

Naturalmente, desconocemos qué tipo de dolor experimenta el bebé al nacer, de manera que no podemos saber con seguridad si el estado de analgesia es nocivo o beneficioso. Existe, no obstante, una instancia en la que los opioides sí han demostrado ser efectivos: en el infante muy prematuro que requiere de asistencia ventilatoria. En este caso, es necesario colocar un tubo endotraqueal. Este es un proceso estimulante y causa un incremento en la presión sanguínea; se cree que en algunos casos es causa de hemorragia intracraneal. Las drogas opioides reducen esta respuesta de la presión sanguínea a la intubación y muchos neonatólogos prefieren realizar estas prácticas con los bebés sedados. (1)


Bibliografia
(1)   Pío Iván Gómez Sánchez. 2001.“Opioides y embarazo”. En línea Fecha de consulta 07/noviembre/2010. Disponible en: www.bdigital.unal.edu.co/1563/7/978-958-44-6067-7.06.pdf

Desintoxicación.


Cuando una persona ha tomado Opio y, o sus derivados por largo tiempo o en altas dosis esto le puede haber causado una dependencia física. Su cuerpo comienza a mostrar diferentes reacciones físicas, y síntomas de estrés cuando la persona deja de usar la droga; estos síntomas pueden incluir, tembladera, sudoración excesiva, falta de sueño, ansiedad, diarrea y otros más. Uno puede tener la fortaleza mental para detenerse, pero su cuerpo empieza a mostrar reacciones físicas las cuales deber ser monitoreadas por un doctor. Ser monitoreado por un médico es muy importante ya que se pueden desarrollar otras enfermedades.
Existen varias drogas para el proceso de desintoxicación como:
Buprenorfina: es un derivado del Opio, uno de los analgésicos más potente y de mayor duración (mas que la morfina). La buprenorfina  fue desarrollada originalmente como un medicamento para manejar el dolor, hace 9 años, y era usada exclusivamente en hospitales. Seguidamente se descubrió que era también una herramienta importante para la desintoxicación de opio y sus derivados, y fue aprobado por la FDA en 2003.
La buprenorfina no se aferra a los receptores del cerebro tan tenazmente como un opiáceo convencional. De esta forma, las dosis dadas al paciente son calculadas de manera infinitesimal y mientras se le reduce el medicamento, no experimenta síntomas de reajuste. Es exactamente la experiencia opuesta a cuando que se tiene cuando se trata de cortar el uso de medicamentos convencionales para el dolor. En vez de letargo o ansiedad, la buprenorfina permite que el paciente sienta energía, no experimente síntomas de reajuste y esté completamente funcional durante el período de desintoxicación. Lo más importante, la desintoxicación con buprenorfina elimina todos los deseos de opio.
Metadona: la metadona es un narcótico relacionado con el alivio del dolor, aunque también se usa en el tratamiento de la dependencia de la heroína y otros opiáceos.
Con respecto a este último uso, la metadona se administra como sustituta de la heroína mientras se pretende una recuperación de la adicción (1).
Medicamentos recetados derivados del opio incluyen vicodin, oxicontin, loritab, darvon, codeína y morfina. Usualmente estas medicinas son seguras y efectivas en los tratamientos de todo tipo de dolor relacionados con problemas médicos, ellas permiten obtener alivio de dolor en procedimientos post-quirúrgicos o problemas de dolor crónico.
La codeína puede ser usada para el alivio de tos severa, el difenoxilato es usado para aliviar diarrea severa. Sin importar sus usos positivos, el abuso de estas medicinas puede llevar a una adicción. (2)



Programa de Desintoxicación de Opio dependientes necesita ser realizado en un Hospital especializado ya que uno puede  tener problemas físicos y sicológicos que pueden ser mejorados con un doctor. Las drogas derivadas del opio deben ser administrados bajo el cuidado de un médico. Adicionalmente debe ser monitoreado constantemente.

Bibliografía

(1)   Jean Cocteau.2008. Opio: Diario de una desintoxicación En línea Fecha de consulta: 01/diciembre/2010. Disponible en: http://www.mancia.org/foro/arte-literatura/11435-opio-diario-desintoxicacion-jean-cocteau.html
(2)   Poinciana at Palm Beach.2005. Tratamiento seguro y efectivo. En línea Fecha de consulta: 01/diciembre/2010. Disponible en: http://www.espanol.poincianaatpalmbeach.com/





Derivados.



Al comienzo, se empezó a utilizar el opio con fines terapéuticos, pero debido al alto índice de adicción se ha venido modificando la forma de uso y esto ha creado grandes problemas en la sociedad. Los opiáceos son considerados las drogas más fuertes y adictivas en la actualidad, lo cual hace casi imposible su reemplazo, ya que no hay droga que compita con las mismas. La droga de mayor desgaste social es la heroína, la cual entro al mercado farmacéutico en forma de jarabe contra la tos sin saber el grado de adicción que podría causar dicho principio activo. Cuando las industrias farmacéuticas se enteraron de dichos niveles adictivos, ya la droga había sido modificada químicamente y se había expandido alrededor del mundo y es así como ingreso al mercado negro.
En la actualidad se le dan diferentes usos al opio y es por ello, que se ha implementado en las técnicas de extracción de sustancias de la planta para dar lugar a varios derivados u opiáceos (1):

Morfina

Farmacodinamia.
- es un depresor del SNC (reducen su actividad de forma progresiva).
- afectan al estado de ánimo.
- producen bienestar, relajación, euforia y tranquilidad.
- aparece primero somnolencia y después inconsciencia (al aumentar la dosis).
- analgesia.
- a grandes dosis, depresión o enlentecimiento en la respiración.
- inhibe la tos.
- hipotermia, miosis, náuseas y vómitos.
- acciones vasculares: vasodilatación, bradicardia, hipotensión.
- acciones digestivas: aumento del tono muscular y disminución del peristaltismo.
- la morfina desarrolla tolerancia y crea dependencia.
Farmacocinética: se absorbe por vía oral, luego se administra por vía parenteral. Actualmente por vía oral en cápsulas (pacientes crónicos). Tiene una vida media muy corta. Atraviesa la barrera hematoencefálica y placentaria.
Efectos indeseables: estreñimiento, vómitos,...
Contraindicaciones: en individuos con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva constrictiva). Tampoco usar en niños ni viejos.
Indicaciones:
- dolor intenso.
- infarto de miocardio.
- en postcirugía.
- dolor del cáncer.
- edema agudo de pulmón (EAP).
Una intoxicación de morfina da lugar a una miosis y depresión respiratoria.

Codeína

También es analgésico pero inferior a la morfina.
-Administración: por vía oral.
-Indicaciones: antitusígeno.

Heroína

Es un derivado sintético de la morfina. Es más potente (de 2-10 veces más potente). Pasa rápidamente la BHE y produce efectos intensos y rápidos. Tiene vida corta y crea dependencia. Es ilegal.

Metadona

Vía oral y vida media muy larga. Se usa para deshabituación del heroinómano.

Meperidina

 Muy parecido a la morfina. Vía parenteral. Se usa como alternativa por la mala prensa de la morfina.

Fentalino

Es 100 veces más potente que la morfina. Efecto rápido. Vida media de 30 a 45 minutos. Se usa para inducción en anestesia.

Buprenorfina

Analgésico por vía parenteral o sublingual. Crea dependencia. Entre los efectos indeseables se encuentra la tolerancia.

Pentazocina
Analgésico por vía oral. Cada vez se usa menos porque tiene efectos pseudomiméticos.

Naloxona

 Para intoxicación por morfina. Vía parenteral. Bloquea receptores.

Naltrexona

También para deshabituación del heroinómano, una vez que ya está desenganchado. Es por vía oral y tiene una vida media muy larga y en caso de que el individuo caiga otra vez en la droga. Esta no ejerce acción porque los receptores están bloqueados.
En consecuencia, se ha creado todo un problema ético alrededor del uso “correcto” o apropiado de los opiáceos, ya que las drogas sintetizadas a partir de esta planta han venido opacando el gran potencial con respecto a los beneficios terapéuticos que puede brindar y aun no se han terminado de investigar. (2)
Por otra parte, es importante recalcar que esta planta ha aportado grandes beneficios en la medicina, tal como es la morfina, ya que esta a pesar de tener un nivel de adicción elevado es la única droga eficiente con fines terapéuticos para tratar pacientes con niveles de dolores altos y crónicos.


Bibliografia

(1)   Botanical online. 2005. Opio y sus derivados. En línea Fecha de consulta: 23/noviembre/2010.Disponible en: www.botanical-online.com/adormideraopi.htm 
(2)   Universidad virtual de salud Cuba. 2006. El opio y sus derivados. En línea Fecha de consulta: 23/noviembre/2010. Disponible en: http://www.uvs.sld.cu/profesores/supercursos/plonearticlemultipage.2006-05-19.2576033833/opio-y-sus-derivados
 

Usos terapéuticos de los opiáceos.


Por opiáceo se conoce a cualquier agente que se une a los receptores opioides, los cuales están situados principalmente en el Sistema Nervioso Central (SNC) y en el tracto gastrointestinal, estos son los moduladores del dolor, reproducción, temperatura corporal, hambre y funciones reproductivas
A pesar que muchos de estos opiáceos tienen propiedades terapéuticas, se debe tener mucho cuidado a la hora de confundir estos con droga, ya que por droga se entiende cualquier sustancia química preparada por el hombre que puede ser utilizada con distintos fines. Uno de estos fines es en cuanto a la terapia (en este caso a las drogas se les denomina fármacos).  La gran mayoría de estas sustancias son de origen vegetal, y a diferencia si son o no utilizadas para fines terapéuticos, son capaces de actuar sobre el sistema nervioso e inducir a diversos cambios en sus funciones y sensaciones (1).
La morfina (sustancia derivada del opio), es una “droga” de las más importantes a nivel clínico, ya que sus propiedades terapéuticas se conocían ya desde varios años. Esta en 1818 ingresó como un elemento en la medicina, considerándose como “el más notable medicamento descubierto por el hombre, con una virtud analgésica bastante superior que cualquier otra droga” (2). Esta analgesia tiene la particularidad de manifestarse sin pérdida de la conciencia y sin afectar otras modalidades sensoriales.
Principalmente en la medicina occidental, la morfina es el fármaco más eficaz para contrarrestar el dolor grave provocado por cualquier tipo de enfermedad o accidente. Se utiliza para reducir el dolor quirúrgico; también para tratar el infarto agudo al miocardio y el edema pulmonar.
A la hora del empleo terapéutico de esta droga se debe de tener mucho cuidado, ya que se considera que la dosis letal para un paciente es de tan solo dos gramos (2g), la dosis en la terapia oscila entre los 8 y 15 mg. En caso de infarto o edema pulmonar se administran de 2 a 6 mg lentamente por vía intravenosa en 5 ml de solución salina. Pero ante todo, la morfina debe ser tratada con uso restringido, por su pertenencia a la Lista I (esto significa que no hay autorización alguna para comercializar morfina con fines recreativos).
Otro opiáceo que fue aprobado recientemente por el Parlamento Europeo, fue sobre los usos en la terapia que tienen las hojas de coca como tales; ya que el especialista Baldomero Cáceres sostuvo quela hoja de coca no es cocaína, sino más bien, una planta con enorme potencial nutricional y farmacéutico, por lo que hay que promover su comercialización y uso” (3).  Debido a este  confesión del especialista Baldomero Cáceres se empezaron a hacer investigaciones, donde según un informe del Parlamento Europeo la cocaína constituye menos del 1% de la hoja de coca, y se descubrió que además esta posee otras sustancias alcaloides que pueden ser utilizadas legalmente sobretodo para la producción de compuestos farmacéuticos. Entre los usos encontraos en medicina están: retardar el tiempo de evacuación del estomago, alterar la acción peristáltica del intestino, tratamientos de estados febriles, entre otros.
Importante opiáceo más común por su eficacia para combatir la tos, es la codeína o Metilmorfina. Esta droga es de gran importancia en muchos países para la producción de jarabes antitusígenos (fármaco empleado para la tos, que en conjunto trata de un vasto grupo de medicamentos narcóticos y no narcóticos, que actúan sobre el sistema nervioso central o periférico para suprimir el reflejo de la tos) (4).
A pesar de los buenos efectos terapéuticos que poseen estas drogas, se debe tener muy presente que el nivel de adicción de estas es muy elevado, por lo cual su consumo no debe ser liberal y se aconseja consumirlas solo en casos que lo ameriten, de no ser así las personas podrían caer en un nivel de dependencia total, que a la larga podría ocasionar desgasta físico, mental, y hasta la muerte.

Bibliografía:
(1)   Asociación Epilson. 2009.  Usos terapéuticos. En línea Fecha de consulta: 15/noviembre/ 2010. Disponible en: www.drogasinformate.org
(4) Cátedra de farmacología. 2008. Analgésicos opioides. En línea Fecha de consulta:           15/noviembre/2010. Disponible en: med.unne.edu.ar  
(2)   Enlace Nacional. 2008. Parlamento Europeo aprueba usos terapéuticos de la hoja de coca. En línea Fecha de consulta: 02/ diciembre/ 2010. Disponible en:  enlacenacional.com
(3)   Goodman, Alfred ET all: Goodman y Gilman. Las bases farmacológicas de la terapéutica, 8va. Edición, Panamericana, Argentina, 1991.